lunes, 11 de enero de 2010

A mi escudero maravilloso....


Alguien muy especial para mí, me propuso hace unos días que aprovechara la existencia de este blog dedicado a Estambul para contar aquellas anécdotas o leyendas que envuelven a algunos de esos rincones tan enigmáticos que estoy teniendo la suerte de conocer estos meses. En concreto, esta persona, a quien le dedico con un espontáneo "seni seviyorum" esta entrada, me pidió que relatara la leyenda de la princesa bizantina encerrada en Kiz Kulesi (Torre de Leandro), así que como no puedo defraudarlo contaré esta triste historia.


Corrían los tiempos en que Constantinopla aún era gobernada por los bizantinos, cuando uno de sus emperadores tuvo una preciosa hija a la que estaba preparando para heredar el trono, ya que era su única heredera. En las celebraciones de uno de sus cumpleaños, aún siendo niña, el oráculo le predijo que antes de cumplir los dieciocho años moriría por la mordedura de una serpiente. Ante el temor del padre de perder a su amada hija, reconstruyó una pequeña torre que se encontraba en una isla a las puertas del Bósforo y la encerró allí hasta que cumpliera los 18 con la intención de protegerla de su terrible destino.
Pasaron los años y unos días antes del cumpleaños de la princesa, su fatídico final no pudo evitarse a pesar de los intentos de su padre. En una barca cargada de fruta que llegó a la isla, viajaba una serpiente que consiguió llegar hasta la chica y así morderla. Totalmente derrumbado y desesperado por no haber podido protegerla, el emperador embalsamó a la princesa y la metió en un ataúd de hierro para que al menos su reposo no fuera perturbado. Sin embargo, ni siquiera después de muerta pudo su padre protegerla de las serpientes, ya que tras los años se pudo ver como este ataúd tenía dos agujeros que sin duda habían sido realizados por dos serpientes que acompañaban al cuerpo sin vida de la princesa en su interior.

Como veis, no importa lo que te propongas para evitar tu destino porque él, a la larga, siempre te encuentra y, aunque no tengamos un destino tan traumático como el de la princesa, es cierto que aunque creas que las circunstancias que te rodean sí pueden alterarlo, me he dado cuenta, gracias a mi estancia aquí, que lo que no ha de ser para ti no lo será a pesar de que lo persigas con ahínco por todo el planeta. Y a la vez, aquello que ni se te pasaba por la cabeza que pudiera suceder, lo hace cuando menos te lo esperas......Gracias por suceder escudero....

3 comentarios:

  1. Una historia preciosa y a un tiempo triste. Pero si, lo que tenga que pasar pasará aunque intentes esquivarlo. Que sea nuestro destino o no es dificil de saber, pero si he aprendido algo en estos últimos meses es que las casualidades no existen, y que las cosas o situaciones pasan por algo, aunque en ese momento no lleguemos a entender el porqué. Gracias por hacernos viajar con tus palabras. Un beso.

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  2. He vuelto a viajar en el tiempo y la distancia recordando la historia y la Torre. Sin embargo, si espero que el destino se pueda cambiar en parte, es una de mis pocas esperanzas ahora. Me alegra ver que sonríes gracias a tu escudero del norte. Bs

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  3. Cariños,el destino es el destino pero eso no significa que tenga que ser perverso como el de la princesa. Álvaro, nadie sabe lo que la vida te va poniendo en el camino día a día, y ahí está lo maravilloso de vivirla, saber que en cualquier momento alguien o algo que estaba predestinado a suceder te convierte en una persona feliz de nuevo. Por eso, el que tu camino en la actualidad no sea muy agradable no quiere decir que siempre vaya a ser así, estoy convencida que el universo te tiene destinado un futuro nuevo, sin cargas emocionales que te pesen tanto y lleno de momentos felices. Te lo dice tu brujita particular. Y a ti Helena te digo lo mismo, las piedras del camino no siempre estarán ahí para dificultarnos el paseo por la vida, y eso lo sabes.
    Bueno, besitos a ambos y a esperar que el destino nos sorprenda felizmente, que ya toca :)

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